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Uno de los tesoros naturales de la región Caribe en los que las autoridades de Barranquilla y el departamento del Atlántico han trabajado arduamente para restaurar es la ciénaga de Mallorquín, una laguna costera y ecosistema lagunero ubicado en el norte de Barranquilla, desembocadura del río Magdalena (Bocas de Ceniza) en el Mar Caribe.
Con motivo del día internacional de conservación del manglar, la ciénaga de Mallorquín realizó el pasado miércoles 26 de julio un recorrido para resaltar la importancia y la biodiversidad que este ecosistema tiene tanto para Barranquilla como para la región Caribe en general.
"En la ciénaga de Mallorquín tenemos mangle rojo, mangle negro, mangle amarillo y mangle de zaragoza. En Colombia tenemos cinco tipos diferentes de mangle y aquí en este espacio tenemos cuatro. El manglar es una especie demasiado importante porque refugia, oxigena, protege y alimenta, así que es un tremendo recurso que no podemos ignorar de ninguna manera", mencionó Merce Botero, una de las principales responsables del proyecto de recuperación y restauración de la ciénaga de Mallorquín.
En el lugar se han ido plantando árboles de mangle plantados por los propios visitantes los cuales aprovechan para bautizarlos y apadrinarlos, estos cumplen con una labor vital para el sostenimiento del ecosistema sirviendo para oxigenar el entorno y cómo refugio para peces más pequeños que habitan en las aguas aledañas al sector en sus etapas más tempranas de vida. En el lugar también es ideal para realizar avistamiento de aves de las más de 150 especies de aves migratorias que surcan la zona.
Las diferentes comunidades de personas que habitan las cercanías de la ciénaga, artistas, gestores ambientales, autoridades distritales y departamentales han trabajado para darle una nueva cara a este tesoro natural de la región y realizan una invitación a la gente para que se acerquen y conozcan la belleza y la diversidad que tiene para ofrecernos.
