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Indígenas damnificados reciben ayuda humanitaria después de 2 meses



Aproximadamente 60 familias indígenas damnificadas por el desborde del río Badillo ocurrido por las fuertes lluvias caídas en la parte alta de la Sierra Nevada de Santa Marta en el mes de noviembre del año pasado estarán recibiendo ayuda humanitaria por parte del Gobierno Nacional.

La jefa de la Oficina de Gestión del Riesgo Departamental, María José Páez afirmó que 3 toneladas de alimentos fueron entregadas ayer a 12 comunidades indígenas de las etnias Wiwa y Kogui en coordinación con la Décima Brigada Blindada del Ejército Nacional, la Secretaría de Salud Departamental, Presidencia de la República, Cruz Roja, entre otros organismos, además de ofrecer atención médica, kits de aseo, kits de herramientas para que puedan trabajar en el cultivo de la tierra y superar un poco los problemas alimenticios.

La asistencia se brindó en un sector aledaño a Surimena, en estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta con el apoyo de un helicóptero de la División de Aviación de Asalto Aéreo del Ejército Nacional, el Comando de la Décima Brigada y Batallón de Ingenieros número 10 General Manuel Alberto Murillo Gonzáles, llevaron las comisiones.

Páez explicó que entre domingo y lunes anterior hicieron la primera jornada de atención y continuarán hoy miércoles. La segunda fase de atención consiste en una intervención del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y Registraduría Nacional, que llegaron al sitio para intervenir a los nativos. A partir de hoy la logística en cabeza de la Secretaría de Salud se desplazará a la zona, intervendrá a los afectados y un grupo de ingenieros de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo llegará este jueves a practicar estudios para la proyección de unos puentes que piden las comunidades indígenas.

Julián Daza Malo, integrante de la Dirección Intercultural de la EPS Dusakawi, confirmó que las personas afectadas ascienden a 300 personas, quienes algunas presentan desnutrición por el daño de los cultivos de cuales dependían para su alimentación diaria, sobre todo los ubicados en en la cuenca del río Badillo. Además de la perdida de cultivos, la creciente acompañada con deslizamientos de tierra arrasó con tres puentes, quedando prácticamente incomunicados. Las regiones afectadas fueron Ahuyamal, Dunka, Simka, Tusinka, Sirumena, Cherua, Bernaka, Pozo de Humo; por la cuenta del río Potrero, El Cerro, Cicirinque, Dungakare, Sabana de Higuerón y otras comunidades Koguis.

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