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Dulces, un recuerdo de infancia y un plan turistico para semana santa

Aromas de canela con esencias se sentían entre los pasillos de la casa de Nair, bailarín y heredero de la gastronomía afro del Caribe colombiano, hoy esa herencia la conserva a través de la venta de dulces, igual que otras matronas barranquilleras quienes preservan una tradición de origen santo y afro.




La Casa del Carnaval de Barranquilla endulza sus sede en época Santa, donde matronas ofrecen a los visitantes, vecinos y turistas dulces tradicionales a base frutas y leche, majares que preservan saberes de la culinaria Caribe de raíces afro hechos con el motivo de festividades católicas, la Semana Santa.


En el patio de la casa donde las matronas sentadas se protegen del sol de tres de la tarde, la señora Ana, oriunda de Medellín degusta una deliciosa cocada de caballito, sentada en una silla al frente de las marimondas pintadas, el reflejo del sol el cual ilumina sus gafas negras no la detiene de momento tan caribe, mientras su familia también disfruta de diferentes manjares y baila al son de la música carnavalera.


"Me ha parecido, muy rico, muy colorido. yo a Barranquilla he venido pero de paso, pero a estar de un dia para otro es la primera vez, esta muy bonito, se tienen que sentir muy orgullosas de su ciudad"


Yenis, recibe a todos con una sonrisa jovial y alegre, no deja a titere sin cabeza, pues de que enamora con su labia, enamora, ella ha aprendido, de la matrona popular de Barrio Abajo de raíces palenqueras, Angélica Herrera.


"Tenemos tubérculos y frutas; coco la papaya, la papá, el ñame, esta el coco y la leche que es un lácteo, el coco tiene muchas presentaciones en los dulces junto con la piña. El procedimiento que mas toma tiempo es el de la papaya, porque hay que esperar que se seque, hay que pelarla, que bote la leche y pelarla en particulas delgadas y finas y esperar a que se seque"

Mientras tanto, Nair, espera con una sonrisa a otros visitantes, él atiende el puesto con preparaciones hechas por su madre, saberes gastronómicos aprendidos de su abuela nacida en San Basilio de Palenque, tierra donde nacen estas recetas tan anheladas en el Caribe para esta época santa.


Nair, recuerda su infancia con su abuela quien después de Carnavales, desde miércoles Santo, se preparaba para cocinar los manjares que dejaban impregnadas en las brisas sus esencias recorriendo los pasillos de su casa ubicada entre los barrios La Manga y Me Quejo, territorio conocido por ser un pequeño corazón palenquero en La Arenosa.


"Realmente tengo recuerdos muy bonitos de mi infancia, pero los que mas recuerdo, son los de mi abuela Juana Marta, que en paz descanse quien fue quien le enseño a mi mama a hacer estos dulces y así también nos enseño a nosotros, entonces la recuerdo rayando el coco en el patio de la casa, recuerdo ese olor a leche hervida, recuerdo el olor a ajonjoli, el olor a papaya en caballito"

El calor no es tímido, pero la brisa refresca a quien llega al patio de la casa, la música ameniza el momento de tarde soleada y los visitantes continuan llegando poco a poco, Liyi, del Quindío se ha comprado un dulce de leche cortada y una refrescante agua de arroz, el cual compartió con su hija y esposo quienes conocen pro primera vez Curramba la Bella


"Me pareció muy delicioso, pues creo que eso lo representa lo de la cultura de cada lugar donde uno visita, entonces me parece muy chevere para conocer. Vine con mi esposo y con mi hija, ,vamos a quedarnos durante esta semanita, vamos a conocer el museo del carnaval y otros lugares típicos de la costa "




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