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Fin de semana lluvioso: nuevas emergencias invernales se presentaron en municipios del Atlántico

Algunos afectados han reportado que perdieron todas sus pertenencias ante las fuertes inundaciones.

Así han quedado las calles de los municipios afectados. Foto: cortesía

En alerta máxima permanecen las autoridades departamentales y locales ante la inminente segunda temporada invernal que se avecina en el Atlántico.

Hasta el momento ya distintos municipios del departamento han sido ‘golpeados’ por la inclemencia del clima; algunos han sufrido emergencias que pudieron ser controladas rápidamente, mientras que otros han terminado gravemente afectados. Uno de esos es Palmar de Varela en el que actualmente más de 150 familias perdieron sus cultivos.

En este municipio del sur del Atlántico la comunidad lanzó un S.O.S, pues tras el aumento del río Magdalena el agua ha entrado y está “arrasando con todo a su paso”, esto sucede debido al rompimiento del Jarillón que protegía a los municipios de las filtraciones e inundaciones.

La emergencia se presentó el pasado domingo en horas de la madrugada cuando fuertes lluvias cayeron sobre el departamento y terminaron dirigiendo el cauce del río hasta los cientos de cultivos de guayaba, maíz, papa y yuca que los palmarinos habían sembrado allí.

Los ciudadanos afectados manifestaron sentirse “preocupados y expuestos” ante las inclemencias de esta nueva ola invernal, pues según ellos, “la angustia más grande” es que si llegase a ceder completamente el muro de contención todos los municipios ribereños quedarán “bajo el agua”.

“Alzamos nuestra voz para que la Gobernación del Atlántico nos acompañe y se defina una hoja de ruta para atender la emergencia antes de la época de lluvias”, sostuvo Cesar Sandoval, líder cívico de Palmar de Varela.

Ante esta emergencia la oficina de Gestión del Riesgo municipal se pronunció y afirmó que actualmente ya tienen conocimiento de la situación y que el protocolo de emergencia para este tipo de percances ya se encuentra activo.

La oficina también informó que en el sitio actualmente se tiene un tractor que cumple las labores de llenado de sacos de arena para posteriormente ubicarlos en puntos estratégicos para que estos sirvan como murallas y se logre mermar las fuerzas del agua.

En el sur del Atlántico, Palmar de Varela fue el municipio más afectado, pero no el único, otros como Baranoa, Santa Lucía, Suan, Repelón y Manatí también resultaron gravemente afectados ante las inclementes aguas que inundaron cientos de viviendas en estos sitios.

Según la Subsecretaria de Gestión del Riesgo, Candelaria Hernández, son un total de mil familias en total las que han terminado ‘con el agua al cuello’ en los municipios mencionados.

De acuerdo con la última medición en la estación San Pedrito, ubicada en el municipio de Suán, el nivel del río Magdalena aumentó a 8.27 metros. Es pertinente recordar que en las primeras emergencias climáticas del año el nivel no superaba los 8.13 metros.



En la capital del Atlántico también se presentaron emergencias serias por la ola invernal, pues las fuertes lluvias llegaron a la ciudad con un vendaval el cual provocó “estragos” en decenas de viviendas las cuales quedaron ‘destechadas’, dejando así a sus habitantes a la intemperie.

Los barrios más afectados por esta emergencia fueron los del sur, los cuales normalmente son los más golpeados por el invierno. Precisamente fue en los barrios El Bosque, Las Gardenias, Villas de San Pablo y Villa Cordialidad donde se presentó el mayor ‘caos’.

Según los moradores de estos barrios, la fuerza de la lluvia logró no solo llevarse ‘volando’ los distintos techos, sino también inundar las viviendas en las cuales muchos moradores no alcanzaron a poner a salvo sus pertenencias.

“Quedamos damnificados pues ya no tenemos para donde coger. Todas o casi todas nuestras cosas se dañaron y los pocos electrodomésticos se mojaron, pedimos intervención urgente de las autoridades, que nos tiendan la mano en estos momentos de crisis”, dijo Julia de la Hoz, moradora del barrio El Bosque.

Según las autoridades fueron cerca de 15 familias las que resultaron afectadas por estas lluvias del fin de semana; sin embargo, en vista de que la ola invernal aún no acaba se prevé que la cifra de afectados subirá.

De igual forma en el municipio de Tubará decenas de personas sufrieron afectaciones. Exactamente unas 25 familias quienes también perdieron todos sus enceres debido a fuertes inundaciones que, según ellos, arrasaron con casi todo en sus viviendas.

Ante esta calamidad el Cuerpo de Bomberos voluntarios de Tubará le ha dado acompañamiento a los afectados. Por el momento la comunidad lo “único que ha podido hacer” es internar sacar el agua de sus viviendas.

Las autoridades de estos municipios han hecho un llamado a todas aquellas personas de buen corazón que deseen donar colchonetas, víveres y útiles de cocina para ayudar a todos aquellos que resultaron damnificados este fin de semana.

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