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¿Cómo manejará el presidente Petro la problemática regional de hambruna que ha vivido el Caribe?

Este medio informativo realizó una investigación para conocer cuales son los mayores desafíos que tendrá el nuevo Gobierno para erradicar el hambre en la región Caribe y cuales son las propuestas que existen en pro de que esto pueda suceder.


La indiferencia del Estado ha sido el factor principal de hambruna en la región Caribe. Foto: cortesía Hermes Rivera

La realidad de vida no es la misma para todos los colombianos. Mientras que unos se despiertan diariamente, se bañan, desayunan y comienzan con sus labores cotidianas, otros se enfrentan día a día una realidad preocupante y angustiante: la falta de alimentos. Y es que, ¿cómo preocuparse por algo más cuando en nuestra mesa no hay nada para comer?

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), para el año 2021 en las 23 ciudades y áreas metropolitanas de Colombia un total del 33.6% de la población vivía en condiciones de pobreza extrema, eso equivale a aproximadamente 16,8 millones de personas. Al 2022, la entidad ha reportado que el índice de pobreza subió al 39,3% de la población nacional, es decir, actualmente hay 19,6 millones de colombianos en pobreza extrema.

El Banco Nacional de Alimentos en uno de sus últimos informes precisó que la Región Caribe es el territorio colombiano con mayor número de fallecidos (entre los 0 y 5 años) debido a causas relacionadas con patologías causadas por le deficiencia de alimentos en el organismo, es decir, por hambre.

Aunque sea duro de leer, el Caribe es actualmente la región del país en donde no está garantizada la alimentación integral para todos los niños y niñas durante su primera infancia. Según los datos, esta situación se presenta específicamente en los departamentos de La Guajira, César, Magdalena y Córdoba y en lo que va corrido del 2022 cerca de 115 niños han muerto de hambre en dichos departamentos: 55 casos La Guajira, 23 en el Cesar, Magdalena con 21 y Córdoba con 15.

Una de las propuestas del presidente electo, Gustavo Petro, titulada “la democratización de la tierra fértil y el agua para alimentar a Colombia” (2.1.1., pág. 19), habla acerca de como el Gobierno entrante va a afrontar la crisis alimentaria que ha atravesado Colombia durante tantos años por medio de la activación de tierras que estén inutilizadas en el país.

La propuesta específicamente planea utilizar las subregiones del Caribe que sean ‘estratégicas’ para hacer de Colombia “una potencia agrícola”, esto, según el Plan, se lograría activando las producciones de los terrenos inutilizados, pagando los impuestos correspondientes, o “venderlos al Estado para que este a su vez lo entregue a las comunidades rurales”.

“La tierra más fértil del país generará empleo para millones de familias desplazadas de sus tierras, cooperativas de productores agrarios y demás actores rurales. Seremos una potencia agrícola, para que nunca más haya hambre en nuestro suelo”, dice uno de los fragmentos de la propuesta.

Aparte de eso, otra de las propuestas de Petro para combatir la hambruna en la región Caribe es mediante la asistencia alimentaria a través de entrega directa de mercados o bonos alimentarios según se trate de zonas rurales o urbanas y que tengan las condiciones para uno u otro mecanismo. De esta forma, el Gobierno entrante garantizaría la alimentación básica de la mayoría de familias de la región que se encuentren en pobreza extrema, evitando así que sigan ocurriendo muertes por hambruna en los distintos departamentos del Caribe.



Para entender un poco más acerca de cómo el nuevo Gobierno colombiano afrontará los retos sociales de hambre y pobreza que se vive en Colombia y el Caribe, la asesora en Análisis Estratégico e Innovación de la FAO para América latina y el Caribe, Carolina Trivelli, explicó al Banco Nacional de Alimentos y al periódico EL PAÍS, que el primer paso para asumir estos retos sociales es “separar los problemas”, según ella, “hay que tener un plan de acción para atender la emergencia de hoy y esa emergencia de hoy es hambre”. La experta también aseguró que hay que tener “un plan para los fertilizantes”, esto, para abordar las cadenas de producción alimenticia de muchos meses en los distintos territorios y, por último, precisó que hay que hacer un trabajo de mediano plazo para comenzar a hacer una transición hacia esquemas de uso de fertilizantes más eficientes, hacia esquemas de promoción, de comercio internacional “más solidarios entre países que producen fertilizantes y granos”.

Por su parte, en conversaciones con REGIÓN CARIBE ORG, el Banco Arquidiocesano de Alimentos de Barranquilla, precisó que la nueva presidencia deberá trabajar hombro a hombro con todas las entidades del Caribe que están dedicadas a la producción y entrega de alimentos a las familias de la región.

El padre Johan Acendra de Oro, coordinador del Banco, afirmó que “la idea” es que a raíz de este trabajo en equipo sea posible superar los retos y obstáculos que ha habido en la región “desde siempre” respecto al tema de la alimentación. Según él, para ‘erradicar’ el hambre en el Caribe es necesario conocer de primera mano la situación en los departamentos y poder trabajarlos “desde la raíz”.

“El reto que tiene el nuevo presidente es trabajar de manera mancomunada con todos los entes que trabajamos por el proyecto de hambre cero y desnutrición. Para que el índice de pobreza en nuestra región baje hay que desaparecer el hambre”, puntualizó el padre Acendra.

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