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Violencia contra profesionales de la salud: un mal que merece atención en medio de la emergencia

La falta de información se ha convertido en uno de los principales factores que desencadenan agresiones en contra de médicos y enfermeras.

Durante las últimas semanas se han evidenciado diferentes casos de agresiones físicas y amenazas en contra de los profesionales del sector salud, quienes actualmente son los que enfrentan en primera línea la emergencia sanitaria por la pandemia de la COVID-19.


Es común ver constantes denuncias a través de redes sociales, en las que se evidencia cómo este personal médico está siendo discriminado y maltratado. Agresiones físicas, insultos, rechazos en el transporte público y hasta amenazas en contra de sus vidas, demuestran que la sociedad se está dejando llevar por la desinformación y en ocasiones por el dolor que representa perder un ser querido en medio de estas circunstancias tan díficiles por las que estamos atravesando.

En RegionCaribe.org consultamos sobre este tema con Rosalba Pérez, administradora de talento humano y trabajadora social de profesión, Magíster en desarrollo organizacional y procesos humanos y quien actualmente se desempeña como profesora universitaria a nivel de maestrías y especializaciones, para analizar el por qué este tipo de comportamientos en contra del personal médico se está presentando de manera frecuente en estos tiempos de crisis.


Ante este interrogante, la docente afirma que "nosotros en este momento tenemos un problema social que ha desmantelado la deficiencia de muchos aspectos a nivel social en la región Caribe, específicamente en Barranquilla.


Inicialmente aquí hay un problema de ignorancia y de desinformación. Cuando hablo de ignorancia, puede ser una ignorancia inducida por parte de las falsas noticias y por el manejo de redes sociales de manera irresponsable. Pero también hay una ignorancia voluntaria, que es cuando de manera consciente no consultamos las fuentes reales de información y todo esto conlleva a que se generen estas situaciones de violencia en contra de los profesionales de la salud".

Además, la profesional manifiesta que de nada sirve que el sector público y privado haga grandes inversiones económicas para proveer de elementos de protección personal y tantas horas de capacitación y entrenamiento a los colaboradores de estos sectores, si la base social está completamente desinformada. Sugiere, que personas líderes e influyentes como por ejemplo sacerdotes, cantantes, ediles, políticos y demás figuras públicas que tienen la capacidad de influenciar a la sociedad, deben sumarse a este proceso de informar y promover acciones solidarias en pro del personal médico que a su parecer ha quedado desprotegido.

Cabe destacar que de acuerdo con una encuesta realizada por La Federación Médica Colombiana y el Colegio de Médicos de Bogotá sobre “Exposición del personal de salud en el contexto de la pandemia SARS COV2 COVID 19 y condiciones de bioseguridad”, fue evidenciado que en Colombia 2 de cada 10 médicos y enfermeras han sido discriminados y que un 58 % de estos casos se presentan cerca de sus lugares de residencia.


¿Qué dicen trabajadores del sector salud?


Frente a esto, profesionales de este sector señalan que la intolerancia hacía ellos se debe al desconocimiento de la comunidad en cuanto a temas sobre cómo funciona el sistema de salud, las medidas preventivas que ellos toman cuando salen a la calle y sobre los protocolos que se deben seguir para brindar atención a los pacientes COVID y también sobre cómo se maneja el momento en que la persona fallece.


"Las personas deben informarse sobre los lineamientos que ha dado el Ministerio de Salud y de Protección, de cuál es la disposición para el cuidado del paciente, leer acerca del COVID, de cómo se manifiesta y creo que esto ayudaría mucho a que las personas entiendan contra qué estamos lidiando, que realmente hasta ahora la cura es un incierto, y nosotros de verdad hacemos lo mejor que podemos".

Afirmó Médico UCI en diálogo con RegionCaribe.org, quien atiende a pacientes COVID desde el pasado mes de marzo en una Clínica de la ciudad de Barranquilla.

Este profesional de la Salud, quien ha sido testigo de agresiones físicas en contra de varios de sus compañeros, manifestó que algunas personas quieren justificar sus actos como una reacción al dolor que sienten por la muerte de un familiar, sin embargo considera que hay casos en que las acciones son premeditadas y no se deben a una reacción ante el evento fortuito. "Algunos creen que estamos matando a las personas y realmente no es así, nosotros estudiamos y sacrificamos muchas cosas, familia, amigos y demás por entregarnos a esta profesión que es de servicio, y estamos aquí para salvar vidas" aseguró.


Sin embargo, la docente Pérez señaló que "las agresiones si se pueden presentar porque hay un dolor presente. Evidentemente afecta que una persona le toque llevar a un paciente y dejarlo en un hospital y que a los días lo llamen a decirle que su familiar falleció y que no lo podrá ver porque hay un protocolo que hay que seguir. Esto genera en las personas inconformidad, frustración y por eso se tornan agresivos y demuestran eso en contra de las personas que están en los hospitales".


En RegiónCaribe.org conversamos con una enfermera jefe quién fue víctima de amenazas en medio de un turno con pacientes COVID en una clínica privada de la ciudad y expresó que este tipo de comportamientos por parte de los familiares, genera temor y estrés en el personal médico.

"Yo tomé la decisión de renunciar, por mi seguridad y la de mi familia. La persona me advirtió diciendo que iba a ver lo que me iba a pasar y que yo no sabía con quién me estaba metiendo", afirmó la profesional.

Es evidente que los trabajadores de la salud están enfrentando múltiples situaciones que atentan contra su integridad física y estabilidad mental y emocional. Los intratos y señalamientos en su contra son causantes de que muchos tomen la desición de abandonar su empleo como en el caso anterior.


Además, otros factores como la falta de implementos de bioseguridad necesarios que son esenciales para el desarrollo de sus actividades, las extenuantes jornadas de trabajo porque el personal capacitado para atender la emergencia es reducido y sueldos injustos para el trabajo que desarrollan, influyen en que este sector hoy en día se sienta vulnerable.

Sin embargo, hay que resaltar que siempre existen personas que aún en medio de circunstancias difíciles, comprenden el valor y la importancia del rol que cumplen médicos y enfermeras en nuestra sociedad. Tal es el caso de Harold Corro, miembro activo de la Policía Nacional, quien en medio de sus labores resultó contagiado de la COVID-19 y nos manifestó no estar de acuerdo con estas situaciones que están enfrentando profesionales de la salud, ya que él como paciente COVID conoció en primera línea a todo lo que se enfrentan y lo esencial que es su labor, sobre todo en estos momentos de pandemia.


"No comparto la violencia en contra de los médicos, solamente están cumpliendo sus funciones, es entendible que en ocasiones la atención sea un poco demorada por la alta demanda de pacientes que hay en la ciudad. Pero ellos están para utilizar su conocimiento para ayudar a las personas que lo necesitan y en el desarrollo de mi trabajo me he dado cuenta, que aquellos que más critican la labor de estos profesionales son los que más incumplen las normas", expresó Corro, quien actualmente se encuentra estable de salud y se recupera en casa.

Es importante que en medio de esta crisis sanitaria que atraviesa el mundo, entendamos lo que realmente está sucediendo y no nos dejemos llevar por cadenas y comentarios que se pasean por las redes sociales, haciendo que muchas veces tengamos ideas erronéas sobre lo que pasa en esta emergencia. Aprendamos a consultar en canales de información confiables y siempre verificar, antes de difundir una información que finalmente termina desinformando y alarmando.


Valoremos el trabajo que están haciendo todos los trabajadores que se encuentran en clínicas y hospitales enfrentando este virus que ha cobrado muchas vidas, y que si continuamos actuando de manera imprudente, sin tomar las medidas de bioseguridad necesarias las consecuencias podrán ser mucho peores.

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