Cortesía de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La violencia a la mujer es una problemática que viene en aumento, a pesar de los esfuerzos de los gobiernos. A la fecha, sólo en el departamento del Atlántico la cifra del 2017 alcanza las 34 víctimas fatales 14 de los cuales son considerados feminicidios, una cifra alarmante y grotesca. Las cifras hablan por sí solas. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, en Colombia en el 2014, fueron asesinadas 145 mujeres, ocupando de esta manera el deshonroso séptimo lugar con más casos entre los 19 países que conforman la región y el segundo lugar sólo en América Latina, después de Argentina. De acuerdo con la experta, promotora de iniciativas y exjefe de la Oficina de la Mujer para el departamento del Atlántico, Emma Doris López, las falencias del sistema educativo y la falta de recursos por parte del gobierno nacional exclusivamente para el tema de violencia a la mujer, son algunas de las razones por las que a pesar de los esfuerzos que se vienen realizando y el avance en las leyes, los casos siguen aumentando. Para López, la violencia a la mujer es un tema histórico y multicausal que tiene sus raíces en la cultura del patriarcado, entendida como la crianza a partir de la cual el jefe y única autoridad de la familia es el varón, que se le inculca a las personas desde muy pequeños en sus hogares. "La violencia está soterrada y sigue ahí en el sistema educativo, en la política, la cultura, en el hogar, en la calle, en los medios de comunicación y lograr un cambio en ese sentido requiere que nos pensemos diferente, que nos miremos diferente, que nos encontremos y que nos visibilicemos diferente" afirma Emma Doris. Es por eso que superar el problema se ha convertido en un reto especialmente para las políticas públicas implementadas por los entes territoriales, consideradas por López como débiles. Ella insiste en el aporte que podrían hacer el gobierno nacional a través de la disponibilidad de recursos especiales para atender y adelantar iniciativas de fondo en torno a la equidad de género. Ademas del gobierno, el sistema educativo también juega un papel clave en torno a la prevención del maltrato a la mujer. "No se trata de hacer campañas y actos cívicos en torno a este tema, se trata de trabajar de fondo en los Proyectos Educativos Institucionales (PEI) para brindar una cátedra de formación a los jóvenes en la que se haga un seguimiento y monitoreo" explica López. Agrega que el problema debe ser trabajado desde la infancia, educando a los más pequeños. Sin embargo, también cuestiona el rol de las universidades, en la formación de los más adultos. No hay cátedras y no se fomenta la educación en torno a la equidad de género.
Caso reciente
El más reciente caso de violencia contra la mujer, se presentó en el municipio de Soledad durante este fin de semana. Las autoridades confirmaron que se trató de un feminicidio.
De acuerdo a las versiones entregadas de manera oficial, una pareja sostuvo una discusión, en la que el hombre golpeó a la mujer y luego intentó afixiarla. Se confirmó que la agredida fue llevada hasta un centro asistencial, pero llegó sin signos vitales.
El hombre ya fue puesto a disposición de la Fiscalía.
Este tipo de comportamientos brutales como los denominada Emma Doris, son los que más la preocupan, ya que considera que son cada vez más los casos que se conocen de mujeres agredidas con ácidos, golpizas o agresiones que terminan siendo irremediables.
Es por ello que es importante empoderar a la mujer, pero también hay que incluir al hombre en la formación. No se puede dejar de lado porque las violencias masculinas están tomando dimensiones muy serias, asegura Emma Doris.
Es por eso que resulta clave la integralidad de las acciones en los entes territoriales. No es posible adelantar iniciativas desarticuladamente, el trabajo debe ser en conjunto.
Las acciones existen, pero resultan insuficientes ante la falta de presupuesto, es lo que concluye Emma Doris, quien asegura que muchas veces se inicia un proyecto, pero éste no logra el impacto que debería, porque no alcanza el presupuesto.
El mensaje en ese sentido es claro, acciones articuladas entre las instituciones y que éstas cuenten con presupuesto, educación con enfoque de género y formación desde la infancia para generar impactos reales y concretos en contra de la violencia hacia la mujer.
Acciones del distrito de Barranquilla
El distrito de Barranquilla, a través de la oficina de la Mujer, Equidad y Género, trabaja tres componentes que buscan mitigar y reducir los índices de violencia contra la mujer. El primer componente es el de prevención y orientación, con el cual de acuerdo a las cifras entregadas por la oficina, 363 mujeres han recibido algún tipo de atención u orientación y 177 han recibido apoyo jurídico.
En esta fase de 'Orientación y atención primaria a mujeres y géneros para una sana convivencia', lo que se busca en brindar apoyo psicosocial, jurídico y psicológico a aquellas mujeres que así lo requieren, pero además se desarrollan visitas en los barrios para sensibilizar y empoderar a la mujer, en torno al tema de la violencia, con el fin de que conozcan, identifiquen y eviten ser víctimas.
Los otros dos componentes buscan fortalecer la formación y autonomía económica de las mujeres como seres líderes y capaces de su propio desarrollo, para ello se adelantan estrategias de formación y emprendimiento con el Sena, así como también talleres de cocina con el chef Alex Quessep. Además del proyecto Gestoras de Paz, que busca fortalecer las acciones de intervención en los barrios, gracias a las liderezas de las comunidades, que se han convertido en un puente clave para el trabajo que se viene adeantando.
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