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¿Somos lo que comemos?

La alimentación define a un grupo de personas, imponiéndoles así un sello u etiqueta que, en cuanto a la identidad familiar, ligada a un patrón que se transmite de generación en generación.


Vendedores del mercado de Granos en Barranquilla // Fotografía: Ángela Pertuz


Por: Ángela Pertuz


Así como atribuimos los spaghettis a los italianos, las hamburguesas o el tocino frito a los estadounidenses, y en Colombia, la bandeja paisa a los antioqueños, el arroz atollado a los valle caucanos; cada comunidad se auto-atribuye alimentos que les genera una identificación respecto a otra dentro de un lugar delimitado, de esta forma, el Caribe colombiano en su totalidad, puesto que, gracias a su condiciones ambientales y su ubicación facilitan la producción de alimentos y generación de prácticas alimenticias que marcan una pauta para la identificación del ser Caribe, como se cita en el artículo, El Alimento, La Cocina Étnica, La Gastronomía Nacional. Elemento Patrimonial Y Un Referente De La Identidad Cultural.

“La identidad se define en el momento que un individuo o grupo aparece ante sí mismo como diferente a otro (s). Ello supone un proceso de concientización de las prácticas culturales, de la construcción de un discurso que las legitime y de internalización de las diferencias”. (Graciela Torres Et at 2004, P. 58)

El Caribe colombiano se extiende desde el Golfo de Urabá, por el occidente hasta llegar a la península de la Guajira en el oriente colombiano, y comprende desde las tres cordilleras en el sur hasta el océano Atlántico en el norte.

Convirtiéndose así, en un foco de una cultura que es expresada por sus entes a través de distintos discursos, como el musical, el oral, literario, artístico y gastronómico, este último con gran incidencia en el grado de identificación particular, predominado lo colectivo.


Cocinera de Luruaco, Atlántico// Fotografía: Ángela Pertuz

Un discurso que es alimentado por las condiciones ambientales dispuestas para la producción de alimentos propios de ecosistema tropical y sus cuerpos hídricos.


De este modo, el departamento del Atlántico se atribuye alimentos que definen a sus habitantes como seres propios de este lugar, es el caso del arroz de liza y el arroz de coco acompañado de una mojarra frita en Barranquilla, la arepa de huevo en Luruaco, la butifarra en Soledad y el pastel en Pital de Megua; cada uno de estos platos, alimenta una narrativa que permite contar como son, ya sea desde su contexto geográfico o social.


Pasteles de Pital de Megua, Atlántico //Fotografía: Ángela Pertuz


Rasgos de una identidad que pasa a convertirse en un patrimonio inmaterial que va más allá de una simple práctica, y es que la cocina mantiene una estrecha relación con la identidad cultural de cada lugar, tanto que pasa a convertirse en un elemento de anclaje de manera individual, así como colectiva, que nace a raíz de unas condiciones ambientales ligada a unas prácticas sociales de los antepasados que se constituye hoy en una fuente que ilustra él como somos. Cada uno de ellos narran una historia latente en el presente, cada uno representa la alegría, el entusiasmo, la fuerza y entrega de los atlanticenses.


Vegetales producidos en el Atlántico // Fotografía: Ángela Pertuz


Y es quizá la ubicación del departamento del Atlántico y su capital, Barranquilla, que hace de la gastronomía un ámbito permeado por culturas extranjeras que llegaban por Puerto Colombia, así como la reivindicación ser atlanticense entorno al mar Caribe y al río Magdalena, lo que explica la naturaleza campesina del departamento y consigo sus hábitos alimenticios.

Pero, ¿qué aspectos influyen en que una comida identifique un lugar? En una encuesta realizada por este medio se terminó que la identificación los alimentos va estrechada con el lugar y las condiciones en las que se prepara.

Por ello, cuando se preguntó, si crees que una arepa de huevo preparada en un puesto de fritos en Luruaco sabe igual a la que preparan en un restaurante gourmet, la población da muestra de lo importante que es el lugar al contestar un 73.8% que la arepa de huevo no tiene el mismo sabor en un puesto de frito que en un restaurante gourmet, aunque hay un 14.3% que afirma que si es igual, y solo un 2.4% comenta que al ser preparada en Luruaco tiene un toque exquisito que solo lo logran los nativos de ese pueblo, por otro lado el 4.8% nunca ha probado una arepa de huevo en Luruaco otro 2.4% afirma que tiene sus dudas y otro no sabe.


Gráfica 1. Influencia del lugar y proceso de cocción de los alimentos en la identificación.


Así mismo, en el ser Caribe hay una estrecha relación con el mar y este se ve evidenciado cuando la población encuestada se ve representa en un 46.3% hacia el arroz con coco con mojarra frita, comida netamente caribeña, con el 26.8% otra parte de esta misma población se identifica con el espagueti siendo una comida de corte internacional, la bandeja paisa con un 14.6%, figurando así platos de otros países como lo es la hamburguesa con 9.8% de la muestra y el sushi con un 2.6%.



Gráfico 2. Grado de identificación de la población con los alimentos.

La alimentación define a un grupo de personas, imponiéndoles así un sello u etiqueta que en cuanto a la identidad familiar, ligada a un patrón que se transmite de generación en generación, por un lado, de forma material, con la obtención, producción, preparación y su posterior consumo, y por otro, lo saberes ancestrales que se transmiten y su vinculación con la modernidad, en cuando a la utilización de las vasijas de barros o grandes recipientes de metal en el que son preparadas o el fogón de leña o la maquinarias industriales en donde realiza el proceso de cocción.

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