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Foto del escritorRegiónCaribe.org

Reventa de boletas, un dolor de cabeza sin solución



Sectores como el del parque Washington, son punto clave de reventa. A pesar del nuevo mecanismo implementado por la Superintendencia de Industria y Comercio, para combatir a los revendedores, éstos siguen haciendo de las suyas. Cuando parecía que todo estaba bajo control, desde hace dos días, una docena de revendedores se han tomado el sector del parque Washington, justo donde está ubicado el punto de Tu Boleta en el cual las personas deben reclamar sus boletas.

Todos están pendientes del silbido, la seña o la llamada ganadora que les de luces de algún comprador que quiera bien sea comprar boletas o también vender.


Los precios de boletas en gradería sur y norte, no resultan tan exagerados como por lo menos oriental. Las primeras son compradas a $150.000 y "si las necesitas te las puedo también vender... en $170.000" al preguntar por la venta de éstas. En cambio la boleta en gradería oriental, tiene un precio casi tres veces mayor al oficial. Es decir, Tu Boleta, la única empresa autorizada, las vendió en $230.000 y los revendedores la están vendiendo en $550.000 Frente a este tema, que se ha convertido en un dolor de cabeza para las autoridades, la Policía Metropolitana de Barranquilla ha explicado que es justamente la comunidad quién puede ayudar a evitar esta situación. "Sí hay demanda, pues claramente habrá mercado. Sí la gente les compra, pues ellos tendrán seguro un negocio, explicó el Comandante Operativo (e) de la Policía de Barranquilla, Harold Barrera. Este martes, oficiales de la Policía llegaron hasta el sector, donde hicieron una revisión de los documentos de alguna de las personas que se encontraban revendiendo boletas, lo que calmó los ánimos de todos por algunos momentos, mientras que otros, continuaban su tarea de la reventa en presencia de las autoridades.


Luego de varios minutos, en el sector todo siguió como si nada. No importa el sol ni las altas temperaturas, no hay excusa para atender al curioso que llega sigilosamente en un taxi y detiene su recorrido para concretar el negocio. Los revendedores se comunican entre ellos con sencillos teléfonos móviles, si no tienen las boletas, convencen al que sea para que espere, dando a entender que lo que necesiten se consigue, vaya saber a qué precio. 


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