Tanto entidades gubernamentales como animalistas, han llevado a cabo jornadas de bienestar animal en todos los municipios afectados por las emergencias climáticas.
Fueron cientos de animalitos los que quedaron desprotegidos y vulnerables tras las fuertes emergencias invernales que se han presentado a lo largo y ancho del departamento. Perros, gatos e incluso otro tipo de mascotas tuvieron que ser dejados a su suerte cuando las viviendas comenzaron a colapsar y a duras penas los habitantes de estas alcanzaron a salir.
En su mayoría, los peluditos quedaron vagando sin rumbo por las calles inundadas de los municipios hasta que sus dueños pudieron volver, algunos pudieron hallarlos nuevamente, pero otros no contaron con la misma suerte. Por ello, distintas fundaciones animalistas sin animo de lucro y entidades gubernamentales como la Gobernación del Atlántico y la Secretaría de Salud, han realizado distintas campañas no solo para reunir nuevamente a las mascotas con sus familias, sino para apoyar también a esos seres indefensos que no cuentan con un hogar.
“Desde la Secretaría de Salud estamos brindando apoyo a los animales que han sido damnificados por la ola invernal. Hemos realizado el censo de las familias damnificadas que tienen mascotas, y también de animales en condición de calle que han sufrido por las lluvias e inundaciones. En el centro de acopio hemos recibido alimento concentrado que ha sido donado por la población del departamento, y estamos haciendo una entrega distribuida para que puedan dárselo a sus mascotas”, explicó la coordinadora del programa de Zoonosis de la Subsecretaría de Salud Pública del Atlántico, Eliana Bolaños.
Otro apoyo importante que han obtenido los mejores amigos del hombre ha sido por parte de la Gobernación, entidad que se ha apersonado de la situación y ha realizado entregas de alimento seco para repartirle a los animales que lo necesiten. Hasta la fecha se han distribuido 80 kilogramos de alimento concentrado entre las mascotas de las familias damnificadas y animales en condición de calle, ubicando puntos claves para poner el concentrado.
Por otro lado, se encuentra el apoyo de las distintas entidades animalistas que desde siempre han llevado a cabo labores muy importantes con los animales. Tal es el caso de Huellitas de Amor, una entidad que ha tomado la batuta y ha llegado a distintos puntos del departamento del Atlántico para conocer los casos más difíciles y ayudarlos.
“Nosotros llegamos hasta Piojó en primera instancia cuando sucedió lo del colapso de viviendas, allí nos contactamos con una señora animalista que fue quien nos llevó hasta los casos más importantes o críticos que se presentaron. La primera perrita que ayudamos fue una callejerita que estaba recién parida y tenía una herida en el abdomen muy infectada, lastimosamente solo encontramos a dos cachorritos vivos, el resto habían fallecido. Luego de ella atendimos más de 10 casos graves más y así con la ayuda de los ciudadanos hemos logrado recuperar y dar en adopción a unos 7 perritos y tres gatos”, afirmó Leyda Martínez, fundadora de la fundación.
De igual forma, en el corregimiento de La Peña en Sabanalarga muchos animales quedaron desprotegidos. Por ejemplo, los de Glenys Cabarcas, una ciudadana que tuvo que “salir corriendo” de su vivienda cuando esta entró en las viviendas de alto riesgo de colapso. Según ella, únicamente alcanzó a tomar algunas prendas y objetos personales antes de salir de casa, pues la urgencia era inminente. En su hogar quedaron Bruno, Rocky, Lisa y Scooby, sus cuatro perros.
“La cosa fue dura porque dejamos a los pobres animales en la casa, metidos en el agua, sin comida ni nada. Al día siguiente, mi esposo le pidió permiso al vigilante del colegio para que nos dejara traer a los cuatro perros porque estaban padeciendo por la inundación”, dijo la sabanalarguera.
No obstante, no todo estaba perdido, pues la mujer obtuvo ayuda de la Gobernación del Atlántico, entidad que no solamente la apoyó para recuperar a sus mascotas, sino también con vacunas y alimentos.
“Me ha parecido excelente que la Gobernación del Atlántico nos haya entregado estas ayudas para nuestras mascotas. Uno con este problema de la ola invernal se le complica poder darles comida, mi esposo no está trabajando y es un gasto adicional poder alimentarlos”, añadió la mujer.
Sin lugar a dudas este tipo de actos son bien valorados por la comunidad, pues los animalitos son seres indefensos que tristemente quedan a la merced de la maldad de quienes no los quieren, por ello, siempre que se pueda es bueno ayudar a estos seres que brindan tanto amor.
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