Nada más decembrino en la región caribe colombiana, que compartir en familia los Pasteles arroz y encender velitas en la madrugada al son de la melodía de las cuatro fiestas. Toda una fiesta de los sentidos.
Por Juan Camilo Ortega
El olor a pasteles de arroz se cuela por las ventanas y puertas de las casas de la costa caribe colombiana. Es una señal de que la Navidad está cerca, y que las familias se están preparando para celebrar esta fiesta tan especial.
Este delicioso manjar es un plato tradicional, que se prepara con arroz, carne, verduras y especias; se envuelven en hojas de bihao o de plátano y se cocinan al vapor.
La tradición de los pasteles de arroz en la región caribe se remonta a la época colonial. Los españoles introdujeron el arroz en el continente americano, y los colonos africanos y caribeños comenzaron a prepararlo con carne y verduras.
El pastel es un plato muy versátil, y la receta tradicional incluye carne de cerdo, pollo, papas, zanahorias, arvejas, cebolla, ajo, achiote y especias.
Para las familias, su preparación es un ritual en el que los ingredientes se seleccionan con cuidado, y la mezcla se cocina a fuego lento durante horas. Luego se envuelven los pasteles, haciendo este proceso todo un arte especial. Las hojas de bihao o de plátano se humedecen para que sean más flexibles, se cosen con una pita de fique y se cocinan al vapor durante aproximadamente 45 minutos. Una vez están listos, se sacan de la olla y se dejan reposar antes de servirlos.
Pasteles de arroz, manjar de la gastronomía Caribe y las brisas decembrinas
Los pasteles de arroz no son solo un plato para deleitarse, sino que también están asociados con las brisas decembrinas del Caribe colombiano.
El olor a pasteles de arroz se mezcla con el aroma de la hierbabuena, el eucalipto y el limoncillo. Las brisas cálidas y húmedas transportan estos aromas por las calles y las casas, creando un ambiente festivo y acogedor. Este manjar es un símbolo de la Navidad en la costa caribeña con un sabor a tradición, familia, alegría y riqueza cultural propia del lugar, que se disfruta durante todo el año, pero que adquiere un significado especial en las fiestas navideñas.
Unión familiar al preparar los pasteles de arroz
La familia Ortega Acosta es un ejemplo de la unión familiar que se genera al preparar los pasteles de arroz. Esta familia lleva más de 35 años preparando este platillo y año tras año sus ventas se incrementan por la particular sazón de la familia.
El patriarca de la familia, Horacio Ortega Ariza, más conocido como "Lacho", falleció hace algunos años, pero su legado sigue vivo a través de su esposa e hijos. Estos últimos se encargan de preparar los pasteles con la misma receta y el mismo amor que su padre.
Quienes se han deleitado con la sazón de la familia, saben que si quieren disfrutar de unos deliciosos pasteles de arroz, tienen que hacer sus pedidos con anticipación. Las fechas cercanas a la Navidad son las más concurridas, y los pasteles de ellos se agotan rápidamente.
La señora Eugenia, conocida como Geña por los vecinos, mientras revisa la olla en la que se asoman humeantes, lo que parecen regalos de navidad envueltos en hojas de biaho, advierte que los pedidos del 7 ya están a punto de cerrarse, y que la lista de los del 24 está larga. Geña afirma con orgullo, que sus pasteles de pollo, y de pollo con cerdo son famosos en Barranquilla, Salgar y Puerto Colombia. Ante la pregunta final de ¿qué hace la familia Ortega Acosta después de entregar los pedidos? con una sonrisa de satisfacción dice ¡Qué más vamos a hacer, pues prender las velitas!
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