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Para sentir diferente la cuarentena: 5 poemas de Julio Flórez


Poema "La verdad Amarga" de Julio Flórez

Declamado por Amalia López


Prepara un café y en la silla más cómoda ata tus recueros a estos 5 poemas de Julio Flórez y siente distinto esta cuarentena.



Oye: bajo las ruinas de mis pasiones, en el fondo de ésta alma que ya no alegras, entre polvo de ensueños y de ilusiones brotan entumecidas mis flores negras. Ellas son mis dolores, capullos hechos los intensos dolores que en mis entrañas sepultan sus raíces cual los helechos, en las húmedas grietas de las montañas. Ellas son tus desdenes y tus rigores; son tus pérfidas frases y tus desvíos; son tus besos vibrantes y abrasadores en pétalos tornados, negros y fríos. Ellas son el recuerdo de aquellas horas en que presa en mis brazos te adormecías, mientras yo suspiraba por las auroras de tus ojos... auroras que no eran mías. Ellas son mis gemidos y mis reproches ocultos en esta alma que ya no alegras; son por eso tan negras como las noches de los gélidos polos... mis flores negras. Guarda, pues, este triste, débil manojo que te ofrezco de aquellas flores sombrías; Guárdalo; nada temas: es un despojo del jardín de mis hondas melancolías.



Gotas de Ajenjo


Tú no sabes amar: ¿acaso intentas darme calor con tu mirada triste?

El amor nada vale sin tormentas, sin tempestades el amor no existe.

Y sin embargo ¿dices que me amas?

No, no es amor lo que hacía mí te mueve; el Amor es un sol hecho de llama, y en los soles jamás cuaja la nieve.


¡El amor es volcán, es rayo, es lumbre, y debe ser devorador, intenso, debe ser huracán, debe ser cumbre… debe alzarse hasta Dios como el incienso!

Pero tú piensas que el amor es frío; que ha de asomar en ojos siempre yertos, con tu anémico amor… anda, bien mío, anda al osario a enamorar los muertos.




Tus Ojos



Ojos indefinibles, ojos grandes, como el cielo y el mar hondos y puros, ojos como las selvas de los Andes: misteriosos fantásticos y oscuros. Ojos en cuyas místicas ojeras se ve el rastro de incógnitos pesares, cual se ve en la aridez de las riberas la huella de las ondas de los mares. Miradme con amor, eternamente, ojos de melancólicas pupilas, ojos que semejáis bajo su frente, pozos de aguas profundas y tranquilas. Miradme con amor, ojos divinos, que adornáis como soles su cabeza, y, encima de sus labios purpurinos, parecéis dos abismos de tristeza. Miradme con amor, fúlgidos ojos, y cuando muera yo, que os amo tanto verted sobre mis lívidos despojos, el dulce manantial de vuestro llanto.

Abstracción



A veces melancólico me hundo en mi noche de escombros y miserias, y caigo en un silencio tan profundo que escucho hasta el latir de mis arterias.


Más aún: oigo el paso de la vida por la sorda caverna de mi cráneo como un rumor de arroyo sin salida, como un rumor de río subterráneo.


Entonces presa de pavor y yerto como un cadáver, mudo y pensativo, en mi abstracción a descifrar no acierto

Si es que dormido estoy o estoy despierto, si un muerto soy que sueña que está vivo o un vivo soy que sueña que está muerto.



Verdad Amarga



Yo no quiero mirar lo que he mirado

a través del cristal de la experiencia,

el mundo es un mercado en que se compra

amor, voluntad y conciencia.


Amigos... es mentira... no hay amigos,

la verdadera amistad es ilusión,

ella cambia, se aleja y desaparece,

con los giros que da la situación.


Amigos complacientes sólo tienen

los que disfutan de ventura y calma,

pero aquellos que abate el infortunio,

sólo llevan tristezas en el alma.


En éste laberinto de la vida,

donde tanto domina la maldad,

todo tiene su precio estipulado,

amores, parentesco, y amistad.


El que nada atesora, nada vale,

en toda reunión pasa por necio;

y por nobles que sus hechos sean,

lo que alcanza es la burla y el desprecio.


Lo que brille nomás tiene cabida,

aunque brille por oro lo que es cobre,

lo que no perdonamos en la vida

es el cruel delito de haber nacido pobre.


La estupidez, el vicio y hasta el crimen

pueden tener su puesto señalado,

las llagas del defecto no se miran

si las cubre un diamante bien tallado.


La sociedad que adora su deshonra,

persigue con sáña al criminal,

más, si el puñal es de oro,

enmudece el juez...y besa el puñal.


Nada hermano es perfecto, nada afable,

todo está con lo impuro entremezclado,

el mismo corazón con ser tan noble,

cuántas veces se encuentra enmascarado.


Que existe la virtud... yo no lo niego

pero siempre en conjunto defectuoso,

hay rasgos de virtud en el malvado

y hay rasgos de maldad en el virtuoso.


Cuándo veo a mi paso tanta infamia

y que mancha mi planta tanto lodo,

ganas me dan de maldecir la vida,

ganas me dan de maldecirlo todo.


Porque ceñido a la verdad estoy,

me dieron a libar hiel y veneno,

hiel y veneno en recompensa doy.


Y si tengo la palabra tosca,

en estas lineas oscuras y sin nombres

doblando las rodillas en el polvo,

pido perdón a Dios, pero no al hombre.

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