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José David Díaz, procedente de Maracaibo, le contó a Región Caribe ORG cómo ha sido la experiencia de su familia, desde que llegó a Barranquilla.
Desde las siete de la mañana el venezolano José Díaz, sale desde el barrio San Roque a ganarse la vida en una peluquería improvisada que abrió hace más de dos años cuando se vino de su país natal. No es peluquero profesional y tampoco estudió algo relacionado, lo que sabe lo ha aprendido viendo vídeos por Youtube.
"La necesidad y la sobrevivencia nos hacen alcanzar logros que nosotros no esperamos alcanzarlos. En esa esquina fue que yo aprendí a motilar, haciendo 'empanadas'" confiesa entre risas al referirse a los errores que cometió al inicio.
Cuando llegó a la capital del Atlántico, estuvo vendiendo dulces en los buses durante varios días, para sostener a su familia, conformada por su esposa y tres pequeños de 10, 9 y 5 años. Sin esperarlo, se encontró con un colombiano que había conocido en Maracaibo hace varios años y fue esta persona quien no solo le brindó empleo por unos días, sino que además fue quien le prestó una máquina en buen estado pero sin uso, para que Jose trabajara cortando el pelo a los hombres.
Así inició un nuevo desafío que para él era de mucha responsabilidad pero especialmente, sería una salida económica para subsistir en Barranquilla.
Hoy en día tiene clientes y como lo encontramos durante la entrevista, también realiza servicios a domicilios en el Centro de Barranquilla donde tiene su negocio.
Confiesa que no ha sido fácil porque en alguna ocasión funcionarios de Espacio Público le prohibieron desarrollar su actividad en plena calle, pero aún así se las ingenia para seguir brindando sus servicios sin afectar el espacio público.
La dedicación y agilidad con la que hoy se desenvuelve, se las debe a noches frente al computador, aprendiendo diferentes cortes de cabellos a través de vídeos en YouTube, la valiosa plataforma que le ha ayudado a ir adquiriendo experiencia y la confianza de sus clientes.