Por: Madia Muskus
Barranquilla cuenta con un área designada como RAMSAR que se encuentra aun en proceso de designación y propuesto ante el RUNAP, la cual se encuentra establecida en el Decreto 3888 de 2009, con una delimitación que inicia con la Ciénaga De Los Manatíes, Ciénaga Mallorquín, Arroyo León, hasta donde inicia la ciudad de Barranquilla en su extremo Norte sobre la ciénaga de Mallorquín y se extiende hacia otros hitos, por lo que se conoce como Ciénaga de Mallorquín se involucra en esta designación de área.
Aun cuando tenemos todas estas designaciones, uno de los espacios que mas modificaciones ha sufrido por las intervenciones antrópicas es el Sistema Déltico Estuarino Del Rio Magdalena. La Ciénaga hace parte del Sistema Delta Estuarino del Río Magdalena y la Ciénaga Grande de Santa Marta que es protegido por la Convención Ramsar.Los ecosistemas costeros del Caribe y del delta del río Magdalena en el departamento del Atlántico experimentaron importantes evoluciones paisajísticas y ambientales en los años posteriores al desarrollo de Bocas de Ceniza, con un grado y alcance de los impactos de esta obra y las tendencias a largo plazo de la alteración. En el sector contiguo a Bocas de Ceniza, después de la desaparición del delta del río Magdalena en 1878, existieron varias islas conformadas por el sistema lagunar costero del margen occidental, el cual se comunicaba directamente con el mar e interactuaba con el río Magdalena. Este sistema lagunar fue conformado por el caño de la Piña, la ciénaga de Mallorquín, la ciénaga de la Playa, la ciénaga de Cantagallo y la ciénaga de San Nicolás. En el marco de la construcción del dique occidental o dique Boyacá a partir de 1922 y de su posterior terminación en 1935, se forma un gran cambio de la dinámica litoral de la margen occidental al encauzar definitivamente el río Magdalena impidiendo la comunicación y flujo de las aguas estuarinas hacia las ciénagas. Esto aceleró la conformación de nuevas islas por efecto de la sedimentación; dichas islas fueron denominadas inicialmente como isla de San Nicolás e isla de Mallorquín y posteriormente se conformaría la isla La Ceiba. A partir de 1921 aparecen por primera vez las referencias de la ciénaga de Mallorquín y de la ciénaga de la Playa, estas ciénagas conforman las islas de Mallorquín y de San Nicolás.
Finalmente, alrededor de 1969 en Bocas de Ceniza, la isla “La Ceiba” desaparece y solo se nota la barra de arena del tajamar occidental sobre la costa Caribe que mantiene contenida la ciénaga de Mallorquín. Como consecuencia de un proceso de alteración posterior a la implementación de las obras de Bocas de Ceniza y del dique Boyacá, las ciénagas remanentes permanecieron fusionadas y conformaron una única ciénaga, a la cual se le siguió conociendo con el nombre de ciénaga de Mallorquín, siendo esta una laguna costera y ecosistema lagunero que hace parte de los 2.250 km2 de la llanura aluvial septentrional inundable del río Magdalena.
A modo de conclusión se puede ver toda la modificación que sufre esta área por la intervenciones antrópicas en el marco de la construcciones que eran promocionadas como fuente de desarrollo que dejaban de lado las posibles consecuencias en los ecosistemas, estos impactos aun no han sido cuantificados pero al traer este pequeño fragmento de la historia del Sistema Déltico Estuarino De Rio Magdalena, desaparecieron; islas, ciénagas, hasta canales, para pasar a una gran masa de agua que se afecta por la gran contaminación. El mensaje toda acción humana genera consecuencias que repercuten en el ambiente.
Instagram: @madhyamuskus
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