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Estos son los desafíos económicos y sociales que deberá asumir el nuevo Gobierno en la región Caribe

La falta de educación, de oportunidades y la informalidad son algunos de los ítems que el Gobierno entrante tendrá que evaluar para lograr un cambio real y duradero en la economía del Caribe y del resto del país.

Es necesario un acercamiento directo con todas las comunidades. Foto: cortesía

Al hablar de la pobreza de un territorio no se hace referencia únicamente a la falta de liquidez económica. La “pobreza” abarca diversos aspectos tanto sociales como culturales. Es imposible pretender que una comunidad pueda tener una calidad de vida aceptable si en esa comunidad no existen herramientas no solo para la obtención de sus recursos sino para saber cómo cuidarlos y mantenerlos.

Pese a que el Caribe no es como tal la región con mayor índice de pobreza en el país, si ha sido una de las regiones más golpeadas por la desigualdad social. De hecho, el segundo departamento más pobre del país si está en la región: La Guajira.

Según El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) la economía de la región al finalizar el 2022 estará por debajo de los índices del año anterior. Al cierre del 2021 la pobreza extrema de la región estaba en un 13,8%, según la entidad, a inicios de 2023 ya habrá alcanzado el casi 15%, lo que equivaldría a 1.605.000 personas, de las 10.700.000 que viven en la región.

Para el Gobierno entrante las soluciones para lograr subir al Caribe en cuanto a índices económicos, teniendo en cuenta todos los aspectos ya mencionados, es necesario tener en cuenta distintos puntos. En primeria instancia evaluar individualmente la situación de cada departamento de la región para así poder crear planes de acción específicos orientados a las falencias que existen en cada territorio caribeño. Posteriormente, Pacto Histórico ha propuesto hacer una reforma tributaria basándose en tres criterios: equidad social, productividad y reducción del déficit fiscal.

Sin embargo, el nuevo Gobierno tiene unas estrategias mucho más “elaboradas” para combatir la inflación y lograr que la economía no solo del Caribe sino de todo el país pueda ir en ascenso. Una de estas propuestas es la transición del petróleo a energías renovables. Pese a lo polémica que ha sido esta propuesta, el presidente Gustavo Petro ha afirmado que esa será una de las formas en las que Colombia superará la crisis financiera en la que ha estado envuelta por tantos años y logrará esto por medio de una “economía verde”.

Seguido a eso, otra de las propuestas que este Gobierno entrante ha propuesto para poner fin a la problemática económica es por medio de una nueva reforma agraria, la cual se trata de disminuir la desigualdad en la propiedad rural, desincentivando lo que llama ‘latifundio productivo’ y subiendo los impuestos a la propiedad rural que, según las autoridades, no esté usándose adecuadamente. Esto teniendo en cuenta que actualmente cerca del 52% de las tierras productivas del país está en manos del 1,5% de la población (según el Centro de Memoria Histórica).

Por último, entre sus ‘arriesgadas’ propuestas, Pacto Histórico habla de un nuevo sistema pensional que se maneje más que todo por manos del Estado. Según el presidente Gustavo Petro, es necesario que en Colombia se aumente la participación estatal en el tema pensional, pues, afirmó que actualmente el sistema de pensiones como se maneja (por medio de administradoras de fondos de pensiones) no está funcionado equitativamente para todos los colombianos.

Esas tres son las propuestas (entre otras) que el nuevo Gobierno ha diseñado para intentar darle a la región Caribe y al país la estabilidad económica que desde siempre han pedido todos los colombianos.

El docente y economista, Rafael Atencio, le contó a REGIÓN CARIBE ORG, cual es (desde su perspectiva), esas estrategias que podría ejecutar el nuevo presidente para incentivar la economía en la región. El profesional indicó que lo primero que hay que tener claro es que en la región hay “brechas” que deben ser examinadas antes de ejecutar planes generales que no sean igual de útiles para todos los ciudadanos.

“No todos estamos en la misma sintonía. Es necesario trabajar con las comunidades, pero dentro de sus contextos y realidades. Es imposible aplicar las mismas técnicas en un estrato 4 y un estrato 1 y esperar los mismos resultados. Lo primero que hay que hacer es reconocer las diferencias entre cada quien. No significa que unos sean mejores que otros o más inteligentes, simplemente cada quien está en distintas realidades”, explicó el profesional.

De igual forma, Atencio precisó que la base para poder tener una economía más ‘eficaz’ en la región, es la educación.

“Sin la educación no podremos lograr mucho. Como dice el dicho, es mejor enseñar a pescar que dar el pescado. Si no se le enseña al colombiano a invertir, gastar, gestar sus recursos y ahorrar inteligentemente, entonces seguiremos igual por muchos años más. Este no es un trabajo que se haga en 4, 5 ni 10 años. Esto es algo que se hace con mucho tiempo y esfuerzo pues no es fácil cambiar la mentalidad que se ha venido manejando por más de medio siglo en el país”, agregó.

Hay que tener en cuenta, además, que la caída de la economía en Colombia en el año 2020 fue ‘histórica’, precisamente hubo un déficit de un -6,8 por ciento, respecto al año anterior, (según el DANE). La pandemia hizo que todos los pequeños avances que se pudieron haber logrado durante el Gobierno del presidente Duque no sirvieran para mucho, pues la crisis económica que se vivió en el país en ese tiempo ha sido catalogada como una ‘sin precedentes’.

Esto quiere decir que, desde ese momento, y hasta ahora, la economía del país no se ha podido recuperar eficientemente más allá de todas las reactivaciones económicas que cada región, departamento, ciudad y municipio han comenzado a implementar.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las medidas que deben tomar los Gobiernos para enfrentar los distintos desafíos económicos que hay en los distintos territorios es, en primer lugar, lograr el pleno empleo y el trabajo decente para todos, en segunda instancia crear una “integración social”, posteriormente buscar la disminución de la desigualdad y por último el aumento de la productividad, “siempre buscando la sostenibilidad”.

“Es necesario eliminar las barreras y aumentar la capacidad de la población pobre de ganarse la vida. Esto conlleva incrementar su acceso al crédito, los servicios, los recursos naturales y otros activos, mejorar su capacidad para gestionar los riesgos y vincular la agricultura a pequeña escala a los mercados y sistemas alimentarios”, aseveró la entidad.

Actualmente son muchas las dudas respecto a como va a tratar esta problemática el Gobierno entrante; la informalidad y las restricciones para crear empresa también son factores que el Gobierno entrante tendrá que estudiar para intentar así trazar los planes adecuados para no solamente ayudar a que las personas salgan de la pobreza extrema sino también para que sus economías sean activas, eficientes y dinámicas.

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