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Baldomero: Digno representante del folclor y de su pueblo

Autor: Eyleen Santiago



El Señor Baldomero Acosta Barrios, conocido como el patriarca de la cumbia, representante de la música folclórica y fundador de la cumbia La Nueva Esperanza es quizá uno de los personajes insignia si hablar de tradición es lo que se quiere, pues los habitantes de este bello municipio sienten que le deben mucho pues sus aportes a la cultura a través de su más de 60 composiciones musicales, así como la fabricación de uno de los instrumentos más preciados del millo como lo es la flauta dejó sin duda una gran huella en sus hijos, nietos y por supuesto en cada uno de sus vecinos.


Aunque tristemente falleció hace dos años, para ser más exactos el 5 de agosto de 2014 su historia y tradición se mantiene viva, a través de su familia y en especial de uno de sus 5 hijos. El señor Alonso Acosta Silvera quien orgulloso accede a contar la historia a propios y foráneos de quien fue su padre nos comentó como en la década de los 70’s y 80’s don Baldomero Acosta se atrevía a desafiar a punta de garganteo a los cañamilleros (como se le denomina al intérprete y compositor) en esos tiempos.


Alonso Acosta Silvera, hijo de Baldomero

Alonso narra cómo desde niño mira con admiración cómo su papá armaba las flautas de millo, la forma tan artesanal con la pequeña navajita y los materiales tan variados que empleaba para su fabricación ya sea caña de carrizo, corozo, maíz o pito.

Además resaltó que todo lo que hacía era con gran esfuerzo, porque a pesar de que Baldomero no terminó sus estudios sabía hacer de todo un poco fue zapatero, curandero, sembrador, cañamillero entre muchas otras cosas.


Al señor Baldomero Acosta se le presentaron muy buenas oportunidades incluso en el extranjero una de las más memorables como señala su hijo fue viajar hasta Tokio Japón, con la intención de compartir su música. Una segunda también a nivel internacional le fue hecha por un reconocido doctor del municipio para ir a París Francia, donde Baldomero puso como condición que iba si llevaba a sus dos hijos pues su familia era lo más importante.


Ante su petición el doctor únicamente optó por responderle “Ombe Baldomero yo sólo te necesito a ti con ese pitico” Alonso cuenta de no ser así quizás en estos momentos estuviesen erradicado fuera del país.


Así como estas son muchas las historias que un hijo orgulloso puede relatar de su padre, lo cierto es que Alonso consciente de lo duro que es hacer perdurar la tradición y un poco arrepentido de no seguir los pasos de su padre aprovecha diariamente para hacerle la invitación a sus sobrinos y los jóvenes en general que no sólo aprendan a interpretar canciones con sus instrumentos y a afinar el oído con las notas, sino que también de sus cotidianidades sean motivo de inspiración y se atrevan a convertirlas en canciones, que no es tan difícil solo hay que dedicarse a observar.


Pero sobretodo que si se le miden a la tarea de escribir canciones y ritmos, no se les olvide registrarla porque hay muchísimos que son buenos interpretando más no creando, para que así valoren el fruto de trabajo como músicos. Además que no solo se suene el nombre de Baldomero como cañamillero porque él ha visto con sus propios ojos muchos jóvenes del municipio y sus alrededores con un gran potencial que sólo tienen que es explotarlo.

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